....Reconoceria tu naricita manchada entre mil y un gatos naranjas, Mister X. Yo te seguiré llamando Mandarina aunque luego descrubriera que eras un macho. Aparecistes una mañana en nuestro jardín entre cajas de mudanza de la nueva familia francesa y en menos que canta un mirlo te ganastes a todos los vecinos. Tenias tantas familias como apartamentos y hacias la ronda diaria por todo el bloque, sabiéndote de memoria a que hora me levantaba , a que hora Luz limpiaba la escalera o a que hora Victor dejaba "a drede" la puerta de casa entreabierta para que entraras a acomodarte en ese sillón que ya te habias hecho tuyo. De a poco te nos ganastes de uno a uno y ya no tenias una familia sino veinticuatro!!! Te recuerdo haciendo guardia en la puerta, vigilando quien salía y quien no, tu ronda alrededor de las barandas que le costaba un berrinche a mi Caramelo cada vez que pasabas por la nuestra, tus siestas sobre el césped o bajo el nisperero, sobre los capó calentito de los coches recién aparacados en invierno, y tu pista de patitas marcadas en la pared del cuarto de bicicletas, tu refugio en los días de lluvia y frio cuando por descuido te quedabas fuera de tu casa verdadera y no abria la puerta ninguno de tus casas prestadas. Pero sobretodo recuerdo las mañanas de sol tibio de aquella quinta estación, un otoño que parecía verano, en nuestro rincón picnic. Y aquel invierno tibio que parecía primavera...Yo recortando plumas de colores para nuestro traje de carnaval , o leyendo, o bañándome de sol tímido y tu echado sobre la mesa de madera calentita , dejándote acariciar y los dos ronroneando de gusto..... Cuando vi de nuevo las cajas de mudanzas en el balcón de la familia francesa se me hizo un pequeño nudo de pelo en la garganta.... Te ibas mi gato naranja prestado con la peca en la nariz ....Sé que vives a un par de manzanas de aquí y estoy segura te has hecho el rey de tu nuevo jardín y eres muy feliz un montón de nuevas familias a las que has adoptado sin que ellos lo sepan....
