jueves, 27 de diciembre de 2018

NUEVE PASTILLAS...

..... Hoy me di cuenta que nueve pastillas de colores cuentan mi el cuento de mi vida. Fui una niña enclenque , costipadiza y patosa, siempre luciendo verdaderas cordilleras rocosas en las rodillas fruto de las mil y una trompadas, a veces sola cayendo libre por las escaleras del cuarto piso al bajar la basura las noches que me tocaba en la calle Joaquin Mir; otras a dúo con mi otro yo Cristina como aquella vez que "volamos" con la bicicleta y "aterricé" sobre ti jaja esa vez te llevastes la peor parte....Pero una vez pasadas las bronquitis, varicela y hepatitis vinieron años de tan sólo ligeros costipados, alguna gripe y alguna intoxicación ( si, alcohólica también pero ya nunca jamás volví a tomarme un vozca lemon!).... luego llegaron los años de romperse cosas...  Se me rompieron varios huesos , algunas amistades, algún que otro sueño  y varias veces el corazón . Si me rompí  el dedo del pie jugando a futbol en la playa con papá,  la falange de la mano derecha haciendo un "chus" en los Alpes Franceses, 5 costillas y la clavícula en aquel accidente donde se rompió alguna amistad que no lo era y un huesito del pie intentando arrancar el Megane de Nando aquella noche de Santa Rosa que me quedé sin bailar).  Se me rompió el corazón en al menos 4 ocasiones, pero cada vez se me hizo más grande. Y si.... se me rompió el sueño de tener al menos un churumbel, porque yo siempre soñé con tener una gran familia, aunque bien pensado igual si la tengo aunque sea diferente a la que me imaginé. Tengo  la familia que se elige , no la familia que te toca como dice Leo ... ....Los demás sueños los tengo intactos, realizados o en el tintero....Con los años fui añadiendo alguna pastilla a mi vida. Primero sólo las rutinarias en los largos viajes , la pastillita amarilla y dulzona para hacer más líquida mi sangre.  Luego vino la azul, que me recuerda que ya no vivo sola sino que comparto mi vida con el Sr. H a quien me traje unas navidades de polizón desde Costa Rica.  Durante una temporada una blanca y morada , que costaba tragarse, porque me faltaba hierro. Pero no mucho más.  Fué en Enero de este año ( guardo la caja con la fecha bien rotulada " veintiuno del doce del dos mil dieciocho") que me recetaron la blanquita que tengo que tomar 5 años y que me da esos sudores y un poco de insomio.  Y con el Tamoxifeno vinieron las hermanas rosas ( son 2) para que no me falte el calcio ni la vitamina D, E y C ,  las tres blancas gordotas para el potasio . Ya cuento 6.   Sigo siendo patosa, pero voy con más tiento.  El problema es que ahora mi vista cansada me da malas pasadas así que después de ingresar mi numero PIN mal 3 veces seguidas  en mi móvil o casi electrocutarme al conectar mi dedo indice en vez del enchufe he sucumbido a las progresivas aunque odie ese " look intelectual" que dicen me da. Y de regalo esta semana de Navidad la ultima que tendré 50 años me han recetado en urgencias   una blanca con mucho antibiótico y otra con una franja verde esmeralda para los mocos para ese trancazo que no me acabo de sacar de encima.  Pues ya las tenemos 9 pastillas de colores ..... 








Creo que me voy a auto-regalar un pastillero bien chulo para esa pastillas que ya se han convertido en compañeras de vida. Si sigo a este ritmo para cuando tenga 100 llenaré una maleta ja ja. ... No es que quiera más pastillas en mi historia  pero  Si pudiera añadiría una pastillita mágica que me ayudara a  aprender a romper los silencios  y otra multicolor  que ayudara a devolverle la sonrisa a Nando y a Cristina, y también a Mamá, pero sé que esa medicina sólo la pueden fabricar ellos mismos.....   Una pastilla que curara las tristezas y los miedos ,un jarabe dulce que  curara los males de corazón y una grágea que hiciera que vivais por siempre todos los que quiero, aunque sé para eso no hace falta ningún fármaco, siempre estaréis en mi corazón....

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