Como un suspiro se pasó este verano... aún envuelta en los alegres colores de los Kunayara en San Blas desperté en las antípodas y regresé a tus brazos para quedarme en el paraíso sin movernos de casa. Verano de Ocean club y wet deck, de salsa, tuna y candombe, de mango y nata y azul mediterráneo, de transparente medusa y mar plata, cabalgando olas en nuestras tablas y descubriendo islas imaginarias y atardeceres rosas y cielo frente al Port Ginesta....Verano de sonrisas dulces y lágrimas sáladas, de noches oscuras y amaneceres de esperanza, de paz y guerra, de consuelo en un tren , con-so-la-ta...
Este verano llegó el pequeño Lifou, y ojalá se zafara del gato naranja y ya vuele con sus hermanos mirlos y sus serenatas ruidosas de madrugada...
Este verano te pinté venciendo el miedo a perderte, y te pinté de frente con tu hermosa mirada verde siguiéndome allá donde me mueva como un faro que guía a un velero porque ya no me quedan dudas de que eres el puerto hacia donde quiero ir...
Y en este verano eterno me volví a enamorar una vez más de ti, y de Caramelo y de nuestro pequeño paraíso. Como siempre, como nunca.
Y bailé para ayudar a los necesitados y me hizo muy feliz, y ahora en un noviembre que parece mayo estoy llena de colores cálidos de otoños, naranjas y ocres y amarillos como tus ojos Caramelo...te toco y me lleno de tu calor y tu ro-ro y te disfruto todo el tiempo que nos quede juntos...
Y ahora me regalas tu canción con voz potente y colorida, ojalá un dia entiendas que no hay nada más que anhele y que no necesito nada más que tu alegría y tu tristeza, pero siempre que seas tu me vale y me sobra.
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