viernes, 3 de abril de 2020

El incierto 2020. Bitácora del confinamiento

… casi como un soplo fueron los días  del 2019 se hicieron más cortos.... Llegaron las noches de azul intenso de noviembre y los mirlos tardíos...los panellets de noviembre y el aroma a Navidad.  Llegó también lo inevitable... la visita de Jan para decirme "lo nuestro ha acabado". Se llevaron a Berengueno, pero antes lo llevé a limpiar, queria que se fuera limpio y reluciente ... y   le di un beso en el capó antes de verlo salir por la puerta del garaje guiñándome con el intermitente cómo si quisiera decirme " no te preocupes , volveré..."  También vinieron a por  el ordenador y la pantalla que nos hacia de tele, la línea  móvil quedó desconectada y apenas me dio para despedirme  de los que fueron mi familia durante 7 intensos años.... Perdí un poco el rumbo, quedé huérfana profesionalmente y el miedo a lo incierto me agustió…



 El 2020 tenia que ser por fuerza más y mejor... pero creo que nadie podría haberse ni imaginado que nos tenia guardado el maldito 19.  Pero todavía tuvimos tiempo de disfrazanos de campanilla la noche de reyes, de carnavales , de hadas del bosque, de celebrar tus 47 guachito  y de orquídeas de invierno...

Tan preocupada que estaba por el trabajo, por la pierna de Nando y ahora nada tiene tanta importancia

Creo que desde el 11 de Septiembre 2001 no tenia esa sensación de futuro incierto. Recuerdo que aquel día , festivo en Cataluña, comíamos en casa de papá y mamá cuando ocurrió todo. Y por unos minutos pensamos era una película.

Pero esta vez ni siquiera se atisba ver que es lo que traerá el futuro.  Esta vez  no ha sido de repente, sino de a poquito, pero igual pensábamos no puede ser, esto no nos va a tocar a nosotros.  Y no lo vimos venir. Y pensamos que eramos invencibles. Que ilusos.

Ahora estamos en casa confinados, ahora va para 18  días. Muchos perdieron el trabajo, otros estamos en un ERE o un ERTE , y la mayoría no sabe o no quiere pensar que ocurrirá, porque no se sabe.  Los niños se entregan a sus tablets y los mayores empiezan a hacer cuentas por si la cosa se alarga. Los que tenemos más suerte seguimos en nuestro "bunker" y los que tuvieron menos suerte lloran por no haberse podido  ni siquiera despedir de sus seres queridos.  Nadie sabe muy bien que hacer,  tampoco  hay nadie a quien echarle la culpa, quizás todos somos un poco culpables... y mientras tanto el cielo y el mar se están limpiando,  y los jabalíes campan a sus anchas por las calles de la ciudad.

 Los libros hablarán del 2020  . Aún no sé si cómo un año trágico o cómo año  un increíble,  el año que sufrimos y que ganamos o perdirmos la batalla  al "bicho"... El año que el mundo se dió cuenta que no somos los dueños de la madre Naturaleza... pero el Covid19 entró en nuestras vidas sin permiso y  para quedarse, quizás para siempre.

"llevamos 16 días de confinamiento" y "la gripe China" ya no es China, cómo dijo Mújica " es de todos".  Y todos tenemos miedo, ya no del virus, sino del futuro incierto... Llevamos 3 lunes lluviosos y grises,  grises como las noticias de los miles de infectados y muertos  por el nuevo virus que se convirtió en el enemigo público número 1 del mundo y que nadie sabe todavía muy bien como combatir.

Voy a empezar a escribir mi bitácora del confinamiento...

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